sábado, enero 06, 2007

INVESTIGACION: CONSUMO CULTURAL

Estudio descriptivo del consumo cultural de los jóvenes de Valdivia.

En la sociedad actual existen diversos factores que nos conducen a distintas cosas, dependiendo de la edad, el sexo, la cultura, etc. Una de ellas es el consumo. Palabra que nos acompaña durante toda la vida y que se puede distinguir de distintas formas. Es así como en este caso, que el consumo que será tratado en esta ocasión, será el consumo cultural. Si hablamos de un consumo cultural, es fundamental dejar en cuenta que no solo estamos hablando de la simple lectura de un libro, sino que de muchas otras actividades, las cuales entregan conocimiento y nos representan la realidad de nuestra sociedad.

Por otro lado, el consumo cultural abarca a las preferencias de todas las edades, por lo mismo, solamente se mencionará el caso de la juventud. En nuestro país y en todo el mundo, existen innumerables maneras de consumir cultural. Los casos más comunes se ven reflejados en los medios de difusión, arte y actividades recreativas. Respecto a las maneras de consumir cultura, existen como en todos los lugares, restricciones y desigualdades en la adquisición de dichos bienes y servicios, los cuales van a establecer un segmento de consumidores que estará dividido particularmente por el status socioeconómico, lo cual da como resultado un privilegio al consumir cultura, y no un derecho o libertad de adquirirla.

Por lo mismo, es necesario considerar la participación que tiene el gobierno de Chile para poder solucionar de alguna manera, esta situación. Es así, como se forman instituciones encargadas de difundir la cultura de manera masiva, con la finalidad de que ninguna persona quede fuera tanto en la recepción de esta, como también en la participación que tiene la gente, especialmente los jóvenes, para no hundirnos en la barbarie cultural, en la cual está inmersa aprox. la tercera parte de nuestro país.



Marco teórico

El avance de la tecnología, el crecimiento de la economía, la unión de os países a través de todo el mundo, han colaborado notoriamente al incremento de la cultura y a la divulgación de esta. Por lo mismo, cuando se consume cultura en un país como Chile, van a existir diversas posibilidades de adquirirla, dependiendo siempre de los gustos y de la condición socioeconómica. El consumo de la cultura nos conduce o nos puede conducir desde la lectura de un diario, hasta visitar una exposición de artes visuales. Es por esto, que todas las maneras de distracción de un joven sobre todo, van a estar ligadas al consumo, a la necesidad de recibir conocimiento con el fin de ser una persona más apta y más integra dentro de una sociedad tan competitiva como esta.
Si se analiza este tema desde un punto de la edad (CNCA-INE 2005) las encuestas a nivel nacional nos dicen que las personas que mayoritariamente consumen cultura, son los jóvenes de 15 a 29 años. Pero, ¿todos lo jóvenes de 15 a 29 años tienen el mismo acceso de consumo? Sin lugar a dudas va a depender del tipo de cultura que es consumido; la gran mayoría escucha música en los tiempos libres y ve la televisión. Ya que es el medio de cultura más económico, es el más consumido. Por lo mismo, no se les puede comparar con una visita a los sitios patrimoniales o la visita a un concierto de un distinguido grupo de jazz o de música clásica. Para adquirir este nivel de consumo cultural, evidentemente se necesita dinero, ya que en la mayoría de estas exposiciones asiste gente muy culta y de clase media o alta.
Otro dato importante es que el dinero va a segmentar los límites de juventud y adultez. En la clase baja de la juventud termina aprox. a los 23 o 24 años, mientras que en la clase alta, llega hasta los 28 o 29 años (CEPAL 2000). La clase media y la alta le otorgan a la juventud una amplia libertad de desarrollarse generalmente en el tema académico, sin embargo, si hablamos de los asuntos académicos veremos un considerable incremento de estudiantes universitarios emprendedores, los cuales han salido adelante, independiente el dinero que tienen en los bolsillos. Por otro lado, la clase baja no puede darse tantos gustos culturales como el turismo, el Internet, etc. Además no todos tienen el privilegio de ingresar a estudios superiores, ya que por necesidad deben optar al ingreso del sacrificado mundo laboral. Esto es uno de los factores que altera el sistema de consumo en nuestra sociedad, debido a que siempre existirán ricos y pobres, los cuales innatamente establecen dos perspectivas sumamente distintas sobre este tema.
Respecto a la palabra consumo, y a sus tipos, se les puede cuestionar de distintas formas, ya que los consumos por necesidad no pasan a ser parte de los consumos culturales. Es por esto, que no debe existir confusión con la palabra consumo y consumismo, son muy diferentes. Este último es un gran defecto de la sociedad actual, en donde predominan los bienes y servicios que están generalmente ligadas a los lujos. El consumo la asimilo con la palabra necesidad. Pero, ¿en nuestro país se tiene considerado al consumo cultural como una necesidad?
Según mi perspectiva es un bien meritorio, ya que es elegido por la utilidad que presta a la sociedad y que además no se caracteriza por satisfacer los placeres superficiales de la gente, como por ejemplo, visitar un mall y gastar todo el dinero comiendo chatarra y comprando la ropa que está a la moda. En Chile ha habido un gran crecimiento de consumo cultural en estos últimos 15 años, según estudios del gobierno de Chile, en conjunto con el consejo nacional de la cultura y el programa de las naciones unidas para el desarrollo.
Por otra parte, la juventud chilena ha tenido una actitud muy responsable frente a todos los avances que han enfrentado. Uno de ellos es el acceso a los libros, en donde incrementó un 800% del año 1992 al 2002. Todo esto se ha visto reflejado en el nivel intelectual de los jóvenes, los resultados de las pruebas de acceso a la universidad, o más que nada, el interés que le han tomado los jóvenes a la utilidad que presta la lectura de un libro. La misión de ellos es reconocer las herramientas que nos ofrece nuestro entorno, los cuales de alguna forma, puedan nutrir el conocimiento de los jóvenes y así, poder reconocer o bueno de nuestra sociedad siendo una persona culta. Sin embargo a todo esto, existen bastantes excepciones que empañan las encuestas a nivel nacional, en donde los jóvenes de clase alta media o baja, se “culturiza” con cosas tan innecesarias como el consumo de alcohol o drogas. Es un consumo que da como resultado todo lo contrario a la cultura y al conocimiento. Inhabilita a las neuronas.
Por otro lado, el tema político juega un rol fundamental en las regulaciones que vincula la divulgación de la cultura. Durante la década de los 90`, se desató una suerte de libertad de divulgación cultural en todo aspecto. Esta predominó específicamente en los medios de comunicación, artes audiovisuales, música e instituciones que fomentaron la participación estudiantil y universitaria en las artes escénicas como el teatro y la danza. Respecto a la perspectiva política que se le da a la cultura, Sanfuentes (2003) menciona su opinión frente a ese momento:
<>
Sin lugar a dudas, los acontecimientos que dieron término a ese apagón cultural, no sólo está vinculado con el tema político. Según mi perspectiva, el consumo cultural ha tenido un incremento gracias a la iniciativa propia de la ciudadanía, en la cual el gobierno tiene una no discreta participación y respaldo. Otra herramienta que expande aun más la cultura a todos los jóvenes es el acceso a la computación y al Internet. Actualmente el PNUD, según sus encuestas arroja que el 45,4 % de los chilenos tienen acceso a un computador, y un 27,8 a Internet. Esta cifra mezcla la condición de clase alta y baja respecto a este gran ingrediente de la brecha cultural en Chile.
Lo que no tiene discusión alguna, es la utilidad que nos ofrece le mundo digital. En nuestros últimos días se habla de una cibercultura. Una cibercultura con rasgos innovadores, vanguardistas, las cuales se caracterizan por sus finalidades y contenidos tan disímiles. Con los avances tecnológicos de hoy, se puede bajar música en menos de 5 minutos, acceder a buscadores universales, medios de comunicación e incluso, videos caseros de personas suicidándose y pornografía.
Por lo tanto, cuando se habla de consumo cultural, es indispensable delimitar las distintas opciones que se establecen en una sociedad como la nuestra, en la cual predominó el consumismo y la no valoración de las raíces ni del patrimonio que nos ofrecen nuestros antepasados, y también las consecuencias que acarrea cada tipo de consumo, las cuales son dirigidas a personas de distintas edades, de diferentes costumbres, etc.
Por otro lado, se debe considerar el consumo cultural que tiene distintas finalidades como el uso de un aparato tan común y cuestionado, el televisor. Anteriormente mencionaba que el televisor era un tipo de consumo cultural perteneciente a la clase baja. Ya que los contenidos culturales y no culturales de la TV son igualmente elegidos, ¿Cómo se pueden dividir las temáticas y las edades en el consumo televisivo? En una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas, INE, asegura que el 80% de la población tiene un televisor. De ese 80 %, sólo el 31% lo utiliza para informarse. Esta utilidad predomina sorpresivamente no en los jóvenes, sino en los adultos mayores. Por lo mismo, el 40 % ve la televisión solamente con el fin de entretenerse. Además esta cifra recae en jóvenes de 18 a 24 años, los cuales supuestamente deberían referir, no importando su condición socioeconómica, programación con contenidos más constructivos y educativos.
En consecuencia a todos estos datos y antecedentes, se puede concluir que el consumo cultural chileno, está segmentado netamente por el tema socioeconómico. Otro punto importante es cómo saber distribuir y diferenciar la procedencia y consecuencias que contienen esta innumerable cantidad de bienes y servicios, los cuales acarrea la responsabilidad 100% a los proyectos, ideas e iniciativas del gobierno en conjunto con la ciudadanía, la cual debe resignarse a la burocracia y al sistema supresivo.






Hipótesis y objetivos

Ya que el consumo cultural de los jóvenes se puede fragmentar de distintas formas, los propósitos que se tienen que mencionar es dejar claro las oportunidades de consumo, las cuales varían por un factor demográfico. Los jóvenes consumen cultura según su ubicación geográfica, vale decir, las posibilidades no son las mismas para un joven de la ciudad en comparación con uno del sector rural. En el campo no hay bibliotecas, Internet, ni otras utilidades que necesitan demasiada infraestructura. Por lo mismo, la formación cultural en lo rural o en lo urbano va a establecer una notable diferencia en la formación y en el conocimiento. Existe esta suerte de conclusión del tema, sin embargo, se puede concluir y concordar con lo que menciona Paz (2004) de manera muy general:
<> Aquí se ve una especie de misión que debe tener el joven respecto a su rol social y al estereotipo que tendrá cuando sea un consumidor, no importando si es cultural o no.
Si nos trasladamos al concepto de consumo existe otra conclusión en la cual se menciona: <> UNESCO (1983: 76-77). La reflexión anteriormente dicha, nos da a conocer la envergadura que tiene el consumo, pero como un objetivo capital, en el cual pasa a formar parte de una etapa humana en donde finalmente nos autodefinimos como consumidores.
Con esta información se puede concluir que:
- El consumo cultural va de la mano con las metas juveniles cono la educación, la tolerancia social como la aceptación física, sexual y etaria. Y sobre todo el mundo laboral, el cual nivela nuestra capacidad, participación y desarrollo social (MIDEPLAN 2000)
- Para que exista una mayor cantidad y mejor calidad de consumo, deben haber iniciativas desde muy temprana edad, vale decir, el rol familiar determina las actitudes frente a la cultura.
- <<>> MIDEPLAN (2000:176)
- Mejorar la brecha cultural y digital, con el fin de que todos tengan los mismos accesos en el ámbito tecnológico.
- Invertir más dinero y capital en las iniciativas y proyectos que difunden formas de consumo cultural para la ciudadanía.
- Debido al no respaldo gubernamental, la clase baja no tiene mucho entusiasmo o conocimiento de las posibilidades que existen en el tema cultural
- Si no hay acceso a las bibliotecas o al Internet, poder cubrir dicha carencia con actividades recreativas como el deporte o talleres, los cuales educan perfectamente como las otras formas.
- Ya que la televisión es el medio mas consumido en conjunto con la radio y la música, debería existir un programa o proyecto con respaldo del consejo nacional de televisión y de la asociación de radiodifusores de Chile, ARCHI, con el fin de fomentar las programáticas que conducen al conocimiento y a la valoración de los contenidos culturales y educativos.
- <<>> MIDEPLAN (2000:183)
- ya que algunas formas de consumir cultura cuesta mucho dinero, este se convierte en un bien meritorio y también se hace presente el costo de oportunidad, debido a los distintos gustos y necesidades
- si se menciona un resultado de una encuesta en el gran Santiago sobre el tiempo libre de los jóvenes de 18 a 25 años en el año 1989, en donde las preferencias predominan en caminar y hacer vida social, vemos que hay poco entusiasmo por consumir cultura. Quizás es el pasatiempo mas barato, pero no el mas indicado (CERC, encuesta nacional 1989, citada en Cortes (1991:143-144)


Glosario

- Supresión: eliminación, desaparición
- Consumismo: Afán por comprar bienes indiscriminadamente, aunque no sean absolutamente necesarios
- Cultura: Conjunto de modos de vida y costumbres de una época o grupo social
- Juventud: Etapa de la vida que empieza en la pubertad y se extiende a los comienzos de la edad adulta
- Bienes meritorios: bienes que son importantes por su utilidad
- Patrimonio: patrimonio histórico artístico Conjunto de los edificios y los objetos de valor histórico o artístico pertenecientes a un país: el Museo del Prado forma parte de nuestro patrimonio histórico artístico.
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- Barbarie cultural: gente inculta de bajo conocimiento
- Burocracia: Complicación y lentitud excesiva en la realización de estas gestiones, particularmente en las que dependen de la administración de un Estado
- Brecha cultural: Iniciar una vía nueva en la cultura
- Disímil: Diferente, distinto, que no se parece
- Costo de oportunidad: reemplazo de la elección de un bien por necesidad económica
- Segmentación: División de algo en segmentos
- PNUD: programa de las naciones unidas para el desarrollo
- Cibercultura: Conjunto de conocimientos relacionados con las redes informáticas de comunicación, con la realidad virtual y otras aplicaciones de la electrónica.









Bibliografía

CNCA-INE (2005) Anuario de la cultura y tiempo libre. www.consejodelacultura.cl

CEPAL (2000) Juventud, población y desarrollo. Santiago CEPAL.

Sanfuentes, Andrés (2003) el mercado de los bienes culturales. Informe nº 339.
www.asuntospublicos.org/informe.php?id=1068

Paz, Sergio (2004) Los jóvenes y la redefinición local del consumo.

Cortes, Flavio (1991) Situación, hábitos y opiniones de los jóvenes de Chile. INJUV. Santiago. Chile

UNESCO (1983) La juventud de los años ochenta. ED. Sígueme. Salamanca. España

MIDEPLAN (2000) Los jóvenes chilenos: cambios culturales; perspectivas para el siglo XXI.